La excelente temperatura de estos dÃas ha contribuido a que el Carnaval (única diversión que disfrutamos en todo el año) resultara animadÃsimo, viéndose discurrir por las calles, en particular por la de San Sebastián y la cumbre del Calvario, infinidad de máscaras y algunas comparsas de poco gusto artÃstico y menos simbolismo, que es lo que en realidad debe existir en esta clase de fiesta.
Los únicos disfraces que no carecÃan de dichas cualidades se han visto únicamente por las noches en los bailes de sociedad, organizados por los admiradores de las bandas “La Filarmónica” o “15” y “La Primitiva” o “16” a los que han concurrido las familias distinguidas de la sociedad crevillentina, los cuales han estado por demás concurridos.
Fuente: EL LIBERAL Año V Número 1306 – 1906 Marzo 1