Contra-crítica desde Aspe

Muy señor mío: En el número 3.134 del digno periódico que a su cargo tiene y corresponde al 13 del corriente mes, hemos visto una carta del corresponsal de Elda, en la cual se permite apreciaciones tan injustas e inconvenientes, cono inmodestas con respecto al comportamiento de las músicas que han tomado parte en las fiestas que del 3 al 5 del actual tuvieron lugar en esta villa [Aspe].

Pretende el citado corresponsal en su famosa carta demostrar que la banda que componen sus paisanos (y de la cual tal vez formará parte) estuvo a una gran alguna en la ejecución de las piezas por su afinación y precisión en los aires de sus partes a la vez que posterga y rebaja a la música de Crevillente de un modo poco noble.

Cumpla en buen hora con su cargo de Alabardero el tal señor, pero sin menoscabo ni detrimento de la honra de sus adversarios los músicos de Crevillente, pues nosotros testigos imparciales de todo lo ocurrido no podemos menos que protestar contra la conducta del corresponsal declarando que ambas músicas han procurado cumplir dignamente con su cometido, mereciendo los aplausos del público, que ha quedado satisfecho, y debemos decir al mencionado corresponsal que nada conseguirá en esta localidad con sus extensas epístolas contra la música de Crevillente, pues tienen estos muy conquistadas las simpatías en esta población por su noble y desinteresado proceder.

Lo repetimos: ambas corporaciones se han esmerado en la ejecución de las mejores piezas de sus respectivos repertorios, sin meternos en comparaciones que nos son enojosas, y que nuestra delicadeza no nos permite aceptar, pero no podemos permanecer indiferentes ante los rudos ataques del corresponsal de Elda a la música de Crevillente, como de igual modo procederíamos si se tratase de la de Elda. […]

Fuente: El Graduador : periódico político y de intereses materiales Año VIII Número 3149 – 1882 septiembre 1